¿En qué consiste la terapia de pareja?

Como todo tipo de convivencia, vivir o tener pareja no está exenta de problemas. En general, suele aparecer una primera fase de adaptación a la nueva situación que consiste en pasar de vivir solo a estar compartiendo la vida con otra persona.

En el proceso de convivencia, es normal que existan desacuerdos puesto que cada uno tiene su carácter, pensamiento y forma de proceder que suele ser distinto al del otro. Por ello, aparecen las primeras fricciones o conflictos típicos de esta fase de adaptación que hay que resolver lo más pronto posible y desarrollar la flexibilidad necesaria para llegar a grandes consensos en pareja. Además, en el transcurso del proyecto de pareja, aparecen diferentes circunstancias y situaciones a resolver o afrontar como puedan ser limpiar la casa, gestionar gastos, la educación de los hijos, el estrés laboral, el tiempo personal e íntimo de la propia pareja…etc. Si no existe comunicación, consenso ni entendimiento, es posible que se derive en una dinámica de reproches, conflictos y desavenencias que, con el tiempo, pueden mermar la relación.

En otras ocasiones, existen parejas que lo que buscan es prevenir escenarios o situaciones futuras que pueden ser fuente de conflicto: Educación de sus hijos, afrontar y gestionar el carácter del otro, trabajar la autocrítica y la tolerancia a la frustración, cuidado de personas mayores, cambios de trabajo/residencia, problemas económicos, celos, sexualidad…etc.

Una relación de pareja se sostiene en base a unos pilares básicos: Comunicación, confianza, humildad, lealtad, resolución de conflictos y respeto. Cuando uno de estos pilares no funciona correctamente, entonces aparecen los conflictos de pareja.

La terapia de pareja comprende dos fases:

• Toma de conciencia
• Aprendizaje y adquisición de herramientas

Inicialmente, la terapia de pareja se centrará en la identificación y toma de conciencia de los conflictos o de las dificultades (problemas de comunicación, desconfianza, celos, infidelidad, problemas sexuales). En este sentido, el terapeuta ayuda a identificar cuáles son las causas o factores que están interfiriendo las bases de la relación y acompaña a la pareja facilitando herramientas y pautas para realizar un trabajo personal y común para llegar al mismo objetivo, la armonía en la convivencia y el bienestar de la relación.

En la terapia de pareja no se buscan reproches o proyectar sentimientos de culpabilidad, sino todo lo contrario, la terapia de pareja se orienta en buscar cuáles son los factores y circunstancias que interfieren en la relación y fortalecer y/o reparar la calidad de la misma.

Tipos de problemas en la relación de pareja

Todos esos problemas o conflictos pueden abordarse y solucionarse en la terapia de pareja. Por tanto, habrá de diferenciar tres tipos de problemas en la relación de pareja, que abordamos en nuestra consulta, y los incluimos en tres grandes apartados: Conflictos de la convivencia en pareja, alteraciones sexuales y problemas de uno mismo.

1.     Conflictos propios de la convivencia en pareja:

• Falta de comunicación
• Rutina
• Celos o infidelidad
• Desenamoramiento o desamor
• Resolución de conflictos
• Desconfianza
• Adaptación a un cambio
• Cambio de expectativas
• Reparto de roles
• Maltrato y/o abusos físicos y psicológicos

2.     Conflictos o problemas sexuales:

• Eyaculación precoz
• Insatisfacción sexual
• Problemas de erección
• Falta de deseo sexual
• Dolor durante el acto sexual
• Dificultades para alcanzar el orgasmo
• Discrepancia en la cantidad, calidad o en el modo de las relaciones sexuales

3.     Problemas de un miembro de la pareja que afecta a la relación:

En muchas otras ocasiones, el trabajo previo a la terapia de pareja consiste en resolver dificultades, conflictos o problemas de uno de los miembros de la pareja. Esta situación puede ser la explicación o el posible motivo que puede estar interfiriendo o manteniendo el problema de pareja y, por tanto, hay que abordarlo con premura. En este caso, se atenderán dicha situación de forma individual para, posteriormente, iniciar el tratamiento conjunto y abordar los aspectos que tienen que ver con la relación de pareja.

Metodología y duración

La metodología de las sesiones consiste en realizar un trabajo personal y conjunto basado en la identificación de los factores que mantienen el problema y en la voluntad de cambio por el bien en común. Se trata de un ejercicio altruista, empático y desinteresado que favorece el crecimiento personal y la madurez emocional de cada uno de los miembros.

En el proceso terapéutico el profesional encargará deberes prácticos para que sean realizados por la propia pareja. Cada uno de los miembros adquieren el compromiso de desarrollar las estrategias y habilidades adquiridas en la terapia para ponerlas en práctica en el día a día de su vida de pareja. La pareja intenta reconstruir áreas, que hasta ahora han sido mermadas, mediante la adquisición de habilidades basadas en la autocrítica, búsqueda de objetivos comunes, comunicación, reciprocidad y resolución de conflictos.

En otros casos, también se puede abordar la intervención de manera individual, puesto que los cambios que un miembro de la pareja realiza, también inducen a hacer cambios en el otro, viéndose favorecida la propia relación.

Las sesiones de terapia de pareja tienen una duración de 1 hora aproximadamente y suelen tener una periodicidad de 2-3 sesiones al mes.

Resultados

Si la pareja ha decidido emprender el proceso terapéutico voluntariamente, sin condiciones ni coacciones, si cada uno de los miembros están decididos a trabajar por el bien común, dispuestos a la apertura y a la flexibilidad…entonces es cuando empiezan a llegar los primeros resultados. En plazos, no existe un tiempo determinado o exacto que nos indique el cambio sustancial de rumbo de la relación, pero sí que se puede observar cierto cambio en los patrones de comportamiento de la propia pareja alrededor del primer mes de tratamiento.

El tratamiento suele ser largo, proporcionalmente a la formación y repetición de esquemas y patrones adquiridos. Por tanto, hay que ser consciente que se tratará de un proceso a largo plazo, una inversión que no entiende de prisas ni tiempos concretos, que llevará a sus miembros a adquirir una mayor calidad en la relación de pareja.

Contacta con nosotros y te informaremos del mejor tratamiento de terapia de pareja.